Faltan pocas horas para el nuevo año. Y yo que tengo la manía de ir siempre con la necesidad de una catarsis, espero que en ese momento mágico se produzca el giro cósmico definitivo que retuerza el universo y ¡chas! Seré al fin la persona que debo ser, la habichuela dentro de la vaina. Conseguiré un trabajo y ganaré dinero. Encontraré el amor. Follaré al menos dos veces por semana (creo que es lo que aconsejan los especialistas). Ya puesto a pedir, seré un poco altruista, y le pediré al señor don 2009 que se acabe la crisis, que se mitigue la pobreza, que se descubra la vacuna contra el SIDA, que Obama acepte el protocolo de Kyoto… que el Atlético gane la liga (esperen, eso no, no se pueden pedir imposibles…)
Para atraer la suerte, los expertos recomiendan hacer acopio de amuletos varios: calzoncillos rojos (ahora me explico lo de Superman), uvas de la suerte (una en cada campanada, ¿eh? No vale terminarse la última a las doce y cuarto), velas de plata, anillos en la copa para los prometidos, un plato de lentejas en la última cena del año pues dan riqueza (ejem, bueno… tampoco pasa nada por ser pobre otro año más ¿no?). Además de eso, creo que también pondré en práctica ritos de otras culturas (ya que estamos), así seguro que será más efectivo… Así atraeré los buenos espíritus y alejaré los malos. Las 0:00 del día 31 debe ser la mayor hora punta del año para los espíritus, algo así como la M30 a las 8 de la mañana, o el primer día de rebajas en el Carrefour… No me quiero ni imaginar la que se montará ahí, lo que se dirán unos espíritus a otros…
Para atraer la suerte, los expertos recomiendan hacer acopio de amuletos varios: calzoncillos rojos (ahora me explico lo de Superman), uvas de la suerte (una en cada campanada, ¿eh? No vale terminarse la última a las doce y cuarto), velas de plata, anillos en la copa para los prometidos, un plato de lentejas en la última cena del año pues dan riqueza (ejem, bueno… tampoco pasa nada por ser pobre otro año más ¿no?). Además de eso, creo que también pondré en práctica ritos de otras culturas (ya que estamos), así seguro que será más efectivo… Así atraeré los buenos espíritus y alejaré los malos. Las 0:00 del día 31 debe ser la mayor hora punta del año para los espíritus, algo así como la M30 a las 8 de la mañana, o el primer día de rebajas en el Carrefour… No me quiero ni imaginar la que se montará ahí, lo que se dirán unos espíritus a otros…
Nos acercamos al 2009. La cifra la pone la cultura imperante, son los años transcurridos desde el nacimiento del redentor (bueno en realidad la fecha es aproximada, según los investigadores nació unos años más tarde pero, ya saben, en aquella época los relojes no eran tan buenos como ahora). Los chinos, aunque también celebran la navidad (en su versión actual navidad pop 7.0 descargable en mp3), no cambian de año en estas fechas sino en febrero. De hecho ellos van por el año cuatro mil no sé cuantos. Mi madre cree que el futuro llegó antes allí que aquí. Debe ser por eso que el cielo de Pekín, perdón, de Beijing está tan contaminado.
Me pregunto qué hay en ese breve instante en el que pasamos de un año a otro. ¿Se saludará don 2008 con don 2009?, ¿qué le dirá el uno al otro?, ¿se parará el tiempo?, ¿qué habrá en medio de ese colapso universal, de esa breve convulsión que parece sacudir los cimientos mismos del universo?
Y lo que hay… es simplemente… un segundo.
El tiempo no se para, de hecho sigue su camino sin inmutarse, a lo suyo… Seguramente mira nuestra cara de tonto frente al televisor viendo las campanadas en la tele y se ríe de nosotros (especialmente de la abuela cuando se atraganta con la tercera uva) ¿Y qué hay del planeta en que vivimos, de la Tierra? Aún peor, ésa ni se entera de que el año cambió. Con las molestias que nos tomamos para preparar el acontecimiento y ella sigue ahí como si nada. Parece una descortesía sí, pero, entiéndanla, ella tiene otras cosas en que preocuparse…
Y lo que hay… es simplemente… un segundo.
El tiempo no se para, de hecho sigue su camino sin inmutarse, a lo suyo… Seguramente mira nuestra cara de tonto frente al televisor viendo las campanadas en la tele y se ríe de nosotros (especialmente de la abuela cuando se atraganta con la tercera uva) ¿Y qué hay del planeta en que vivimos, de la Tierra? Aún peor, ésa ni se entera de que el año cambió. Con las molestias que nos tomamos para preparar el acontecimiento y ella sigue ahí como si nada. Parece una descortesía sí, pero, entiéndanla, ella tiene otras cosas en que preocuparse…
Cane, lista para la fiesta, os desea feliz año 2009. Bueno, y yo también...