No mires abajo, que éstas son las cuerdas del arpa que toca un payaso cuando enamora a una sirena.
No tiembles si las notas salen de los dedos de tus pies mientras caminas. Se posan ahí como el pajarillo que se asoma a tu ventana, el que te espera por las mañanas para enredar su trino en las hebras de tu pelo.
No temas si a veces oscilan. Fíjate que ahora estos hilos que pisamos son los que salen del muñeco al que arrulla en sus brazos el titiritero.
¡Mira, mira! ¡Si son las cuerdas de un tendedero donde una gitana vieja cuelga al sol su disfraz de princesa! Ese, con el que se quita el hambre formando un jaleo, o leyendo el futuro en la palma de dos monedas.
No mires arriba ni a tus zapatos, sólo camina… no tengas miedo… ¿Lo ves? Ya no coges mi mano, ya caminas tú sólo.
Y ahora, amigo, dime si realmente hay cuerda alguna, dime dónde pondrías el arriba y el abajo, que yo ya no sé dónde he puesto el vértigo…
Para el cuadernillo de la Escuela de Letras Libres' 2010: "Teoría de Cuerdas, Una aproximación a la incertidumbre". Lo recordaréis algunos porque es el texto de apertura de este blog. En nuestro nuevo librito es una de las 20 aproximaciones (todas deliciosamente imprecisas, atrevidas e imprevisibles), concretamente la "Aproximación nº 2: La Partitura Silenciosa". Podéis leer "Teoría de Cuerdas" al completo aquí.
Ahí me tenéis, con guantes y bombín, con un aire a lo Naranja Mecánica. Y en las otras payaseando un poco. Ya era hora de subir algunas fotillos, ¿no?
Ahí me tenéis, con guantes y bombín, con un aire a lo Naranja Mecánica. Y en las otras payaseando un poco. Ya era hora de subir algunas fotillos, ¿no?