domingo, 31 de octubre de 2010

Caja de Arena

Serían las tres de la mañana cuando despertó. Afuera llovía con fuerza. El viento escupía ramas rotas y arena. De vez en cuando, un relámpago lejano arañaba la oscuridad. Los árboles parecían querer sacudirse el agua. La tapicería del Ford Mustang negro aguantaba estoicamente el chaparrón. El cartel de Hot Fudge Ice Cream, frente a la puerta de salida del edificio, nunca se había visto en otra igual. 
Se llevó las manos a la cara, se desperezó, y acarició con las uñas el brazo desnudo que tenía a su lado.

– Fer, ¿puedes dormir?
– Contigo arañándome el brazo, no. – contestó él.
– No puedo dormir con este tiempo… este apagón, esa mujer tan rara de ahí abajo, y con… – se detuvo unos segundos – la historia que circula por ahí sobre este sitio…
– ¿Qué historia?

sábado, 30 de octubre de 2010

Pixeluznia

Hoy os traigo una pequeña galería de los horrores en versión videojuego. Imágenes dotadas de una belleza sombría y perversa sacadas de juegos del género del Survival Horror. Terror y supervivencia en entornos complicados de habitar donde las reglas sociales se resquebrajan, situaciones inquietantes que asfixian a los protagonistas, miedos que desbaratan su integridad psicológica y sus esquemas mentales, sonidos difíciles de concebir, personajes chiflados con todo tipo de perversiones asesinas... Tampoco faltan según el caso seres abominables mostrando víscera, chicas con ropa sexy solas en casas aparentemente abandonadas, fantasmas, carcajadas psicóticas, motosierras y otros tópicos menos sutiles del género. Que se abstengan los demasiado impresionables. Los demás podrán recrearse en la belleza de lo tétrico. Que sufráis mucho.

Clicka abajo para abrir la puerta de Pixeluznia:

miércoles, 27 de octubre de 2010

Lebes Invocationis (Cochlea Potionis)


Musarañas que manosean migrañas
Oscuros ojales de oruga obesa
Criaturas de ciénaga y cruel calaña
Ósculo de Olaf y Oplocs en Oberta

Sollozo sádico de saturnino
Emblema enfermo de estercolero
Sílaba de silbido sibilino
Condenada caterva de cerberos


 Arponazos ácidos de alimaña
Rojos rasponazos de rauda ralea
Arcada almidonada de una araña
Calambre de cascarada culebra


Otear la olla y una vez olisqueado
Licuar, libar… Y Él será liberado.


"CÓMO OSAS PERTURBAR MI TRANQUILIDAD...
DIME LECTOR, ¿CUÁL ES EL MENSAJE OCULTO?"

Si te atreves, sigue...

jueves, 21 de octubre de 2010

Mocos (La Persistencia del Tiempo)

Que hay ruiseñores que cantan encima 
de los fusiles y en medio de las batallas
Miguel Hernández 

Am. dice que hay que dejarse llevar por el mundo incluso en las situaciones más difíciles. Mantener la fascinación en la mirada, igual que los bebés. A Mocos le encontré en mitad de la acera expuesto a una muerte segura, justo unos pasos después de la casa de Am. Lo cogí y fui a buscarle un lugar donde estuviera a salvo. En aquel momento sabía que no iba a estar mucho tiempo con él, así que no le puse nombre. Pero ahora me gusta recordarle como Mocos. Sé que muchos como él suelen aparecer por estas fechas y de vez en cuando se desperdigan entre nosotros pero, hasta aquel día, nunca me había preguntado por cómo se desarrollan, de qué viven, o si tienen alguna especie de jerarquía social entre ellos. Me había limitado a contemplarlos de vez en cuando en su posición anquilosada en el plano espacial, como fósiles en vida, pero en una extraña postura en el fluir temporal. Am. diría que se follan al tiempo. Haz la prueba. Adopta a uno, suéltalo en tu casa y aparta la vista de su aletargado avance (aparta tu ojo voyeur de su cerrojo espacial ¡mirón!). Ponte a hacer otra cosa, olvídalo y vuelve a buscarlo al cabo de un rato. Bastarán cinco minutos y entonces: ¡magia! La chistera se destapa vacía. Sin conejo ni paloma. Como si hubiera amasado el flujo temporal, desaparecerá de tu vista y aparecerá luego en otro lugar de tu casa totalmente imprevisto, y las más de las veces, inverosímil. “¡¿Cómo has podido llegar hasta ahí en tan poco tiempo?!” dirás poniendo cara de idiota y algunas exclamaciones más, pero sin que él entienda una sola palabra.

La vida para nosotros (los "mirones") tiene también un discurrir lento. Pero sólo en apariencia. La rutina es la puta del tiempo, ella se encarga de engatusarnos para que el señor Chronos nos dé por el culo con su palanca de marchas (palanca que perdió la R eso sí). Un día amanecemos con el culo rojo y probablemente digamos: “¡¿Oh, ya han pasado diez años desde que terminé la carrera?! ¡¿Tanto?!” (sin duda alargaremos mucho más la a). Ellos, en cambio, no se preocupan del tiempo, ni siquiera se plantean cómo funciona. Es lo que dice Am. que nosotros tendríamos que saborear los momentos. Como si babeáramos con cada instante. Incluso los momentos malos. Hay que seguir nuestra programación interna, da igual lo que haya más allá. Igual que hacen los bebés, cuando los metes en la piscina y se mantienen a flote sin que les enseñes. Igual que hace Mocos. Solo así, se mitiga la persistencia del tiempo en la memoria. La vida ya ha puesto la mesa y ha servido la sopa desde el principio de los tiempos, sólo y exclusivamente para nosotros en cada momento. Y debemos saborearlo como si nos lo jugáramos todo. Nunca se sabe cuándo puede echársete encima un pie y aplastarte.

El caso es que mientras lo llevaba en la mano contemplaba a otros como él. Estos eran más espabilados y trepaban por la tapia que discurría paralela a la acera, tapia que daba a un parque público. Parque que daba a un futuro más prometedor. Al menos eso me pareció, tampoco me lo plantee demasiado. Tampoco me pregunté  si iban hacia el parque o si escapaban a la acera a ver mundo. De hecho algunos llevaban la dirección opuesta. Me dirigí a colocarlo en lo alto de la tapia para que pasara al otro lado. Feliz por la buena obra que iba a hacer, empecé a imaginarme el futuro de Mocos: que llegaba al parque, que encontraba alimento (sea lo que sea lo que coman ellos), que vivía feliz dentro de sus posibilidades, que se follaba a unas cuántas de ellas, haciendo de vez en cuando un Kamasutra en su peculiar dimensión espacio-temporal, que tenía una larga descendencia, y que vivía todo el tiempo que quiera que vivan estas criaturas, evitando los peligros que pudieran acecharle. Pero la felicidad me duró solo un instante. Tenía que estirarme de puntillas para llegar a lo alto de la tapia y justo cuando lo coloqué en lo alto, bajé los talones y… crac.

Basado en hechos reales. 


Imágenes: La persistencia de la memoria, Dalí; Amanecer en el Océano, Kush; Bumpy el travieso, creado por Ken Pontac y David Bleiman

jueves, 14 de octubre de 2010

CONTINUE? (Pixels May Love)

Mañana lo dejo, me digo. Mañana abandono... rompo este maldito hábito desquiciado. Pero pueden más los pellizcos del deseo que los latigazos en el corazón. Puede más el desenfreno de la música, la adrenalina de los golpes, que los aromas difíciles y las miradas de la peor calaña. En la sala, todos a mi alrededor desean sangre y victorias. Toda esta jauría sudorosa sabe que te estoy buscando. Por eso cuando paso frente a ellos, dejan de bambolear sus cabezas y me miran con desprecio. Algunos me embisten con su aliento a alcohol barato y humo. Entonces te veo. Tu presencia planea por encima de todas estas criaturas. Tu fragancia, sutil, fresca, azul, limpia el aire enviciado. Sólo una mirada tuya podría desatar a todo el enjambre. Miro tu cuerpo  hechicero y tus labios descarados y reprimo el instinto salvaje que me incita a abalanzarme sobre ti, a atraparte, a poseerte. Y vuelvo a poner la misma cara de pánfilo cuando miro tus ojos cristalinos. Sin embargo, mis puños se tensan pidiéndome batalla porque saben que vas a arrancarme el alma de nuevo. Aunque mi corazón busca ese atisbo de bondad que quiero ver en ti, mis puños claman venganza. Aún más, me piden que te despedace. Porque tú también eres tóxica a tu modo, tu veneno es más sutil que el de tus guardianes. Te acercas a mí saboreando con las caderas el espacio que ocupas, me arrojas una sonrisa descarada, y entonces deslizas por tus labios un tenue soplo de aire, casi un silbido… No puedo evitarlo. Inmóvil, pruebo tu perfume que me lleva a un tipo de paraíso dulce y extraño, en el que te tengo pero sin llegar a tenerte. Pero el placer es breve... un segundo después, ya me tienes sometido, envenenado por tu hálito embustero y retorciéndome de dolor. Muerte dulce. Sweet Game Over. Otra vez lo has hecho. No puedo imaginar qué perversidad planeas para mi cadáver, pero sé que no te saciará. Mañana lo dejo, vuelvo a decirme. Pero mañana volveré a buscarte otra vez para atrapar tus labios. O para matarte. O para que tú me mates de nuevo. Pueden más tus píxeles que la muerte.


Dedicado a las jefas finales (esas divas) y a las máquinas recreativas (esas otras divas). Ilustraciones del GRAN Luis Royo. Una explicación necesaria sobre la terminología informática y del mundo de los videojuegos que aparece en el texto, la encontraréis pinchando abajo en "Sigue el hilo de esta historia..." Para todos los que no estéis familiarizados con el universo virtual.

Cosas que aprendí haciendo este post...

domingo, 10 de octubre de 2010

Felicidades o Gracias

Felicidades... o quizá debería decir gracias. En realidad, no hacía falta que dijera nada. Todo esto es un ejercicio egoísta (sabes que asi somos los humanos). Y las palabras... las palabras se las lleva el viento. Igual que toda esa cháchara que suelto para mimarte, o para pedirte que te acerques, o que no hagas eso o lo otro. Como si sirvieran de algo las palabras. Todas esas tonterías que os decimos los humanos, y que vosotros no entendéis. Es cierto, el libro de Mark Rowlands, "El Filósofo y el Lobo", me ha influenciado mucho. Me ha dejado un regusto misántropo en el paladar de la razón. Me hace pensar que los animales valéis más la pena que nosotros.

Pero tú no sabes nada de libros. Podría imaginarme que eres como Firmin, la rata sobre la que escribió Sam Savage, que sabía leer y devoraba libros y libros sin parar, y que iba al cine y se creía Fred Astaire.  Te imagino soltando algún comentario sarcástico sobre mi condición de humano charlatán. Pero en verdad tú no sabes de eso, no entiendes las palabras. Tampoco sabes de que hoy cumples nueve años (en realidad fue ayer, ya ha pasado la medianoche, y ya sabes cómo son de estrictas las convenciones humanas). Ni tampoco sabes lo que es vivir, nacer, crecer o morir. Son conceptos de la mente humana... En cambio sí entiendes del cariño, de la lealtad incondicional, del imperativo del instinto, sincero, libre de máscaras, de la fuerza que fluye entre tus colmillos y tus garras, de la energía que corretea por tu sangre. Y entiendes que los ojos brillantes llenan platos y que los ladridos abren puertas. Lo que ocurre es que jamás te planteas nada de eso. Te limitas a vivir. Momento tras momento... No sabes la envidia que me das. 

Claro que si no vas a entender nada y si tanto envidio yo esa sencillez de tu vida, ¿qué necesidad había de escribir todo esto? ¿qué necesidad de convertirte en interlocutora de unas palabras que no vas a entender? ¿qué necesidad de enseñarlo impúdicamente en este blog? ¿Con quién hablo si no conmigo mismo? Es cierto. Me puede mi egoísmo de humano, o de simio como dice Mark. En el fondo sigo queriendo ir más allá, pervivir antes que vivir, razonar antes que actuar, pensar antes que ser. Sigo haciendo las cosas como un humano, esperando el aplauso, la felicitación de los demás. Las palabras son máscaras y todo lo que pueda escribirte se me antoja una mezcla de pretenciosidad y ñoñería. Incluso después de publicar este post, me va a seguir quedando la duda de si debería haberlo hecho.

Lo sé, bastaba con hacer lo mismo de todos los días: jugar, acariciarte, llevarte a pasear... Vivir. Actuar. Ser. Así que será difícil, pues para el cerebro de un humano es un caramelo apetitoso el montarse imágenes  y crear personajes de los seres que le rodean. Será difícil y no sé si los que lean esto acabarán de entenderlo, pero lo mejor es que dejemos que estas palabras se las lleve el viento.
 
Felicidades no. Gracias. Que el viento se lleve todas las palabras menos estas tres: Te quiero mucho.

viernes, 8 de octubre de 2010

Se acercan las aceitunas

¿Qué es un olivo?

¿Qué es un olivo?
Un olivo
es un viejo, viejo, viejo
y es un niño
con una rama en la frente
y colgado en la cintura
un saquito todo lleno
de aceitunas.

Rafael Alberti

P. Canela http://objetivomalaga.diariosur.es/fotos-p.canela/
Vega en calma

Cielo gris.
suelo rojo...
De un olivo a otro
vuela el tordo.
(En la tarde hay un sapo
de ceniza y de oro.)
Suelo gris.
Cielo rojo...
Quedó la luna enredada
en el olivar.
¡Quedó la luna olvidada!

Emilio Prados


Edito: De broche, un poema a Baeza de mi compañero bloggero Noel: http://noelplebeyo.blogspot.com/2010/10/baeza.html

domingo, 3 de octubre de 2010

Mangando


¿Vaya pintas, no? Jeje... Ahí me tenéis hace cuatro añitos haciendo cosplay en el I Salón Manga de Cádiz. Cosplay es el término que se usa para los disfraces de personajes de manga o videojuegos que los fans preparan con mimo para calzárselos en los Salones. Pues me disfracé del héroe del juego "Dragon Quest VIII". Ha sido la primera y hasta ahora única vez que he cometido tal vileza xD pero prometo que volveré  ^^ A mi lado podéis ver a la copia, digoooo... al personaje original xD. Pinchad en las imágenes para verlas ampliadas.

Gracias a Cho Hakkai por la foto. Y la siguiente es de este año, en el V Salón del Manga, que se está celebrando este fin de semana en el Colegio San Felipe Neri. Estoy con un grupo de compañeros del foro de "La Capital Olvidada", una página  a nivel español dedicada en exclusiva a uno de mis videojuegos favoritos: Final Fantasy. Ayer sábado nos juntamos este grupito de picaos del FF. Al principio da un poco de corte hablar en persona con gente con la que sólo has tenido contacto por escrito, pero sin duda echamos un buen rato viendo cosplays, charlando de videojuegos y del foro y visitando las tiendas.

Gracias también a Zell por la foto. Por cierto, que en esta edición no hubo concurso de haikus. El año que viene en Jerez a seguir mangando. De vez en cuando os iré dejando más información sobre este mundillo. Frikisaludos!
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