domingo, 28 de abril de 2013

Sueños gráficos

Este curso y el pasado me he aventurado a diseñar algunos carteles para Letras Libres. Una actividad muy divertida de la que me gustaría aprender más. También he maquetado varios de los últimos cuadernillos. Hay compis que me dicen que me dedique a estos temas del diseño o la maquetación editorial. Os cuelgo en este post los carteles que he hecho y dejo una rendija abierta para los que vengan en el futuro. Le doy las gracias a mi tío Paco Abad por su continua ayuda, consejo y enseñanza. Estoy empezando así que sed benévolos.


Este cartel es de la charla que tuvimos el martes pasado. Está hecha con cliparts libres encontrados de internet. Se me ocurrió reflejar o sugerir esa idea de la autoedición con los libros volando. Mi tío me hizo sugerencias para mejorarlo, así que espero hacer una versión 2.0.

Este es el cartel para la exposición recital de Frontales Palabras Pinceladas, del que ya os hablé en otro post. Lo protagoniza "Azultre" un cuadro de Mariló S. Leal, autora de los lienzos de la exposición. La tipografía es la usada en el cuadernillo que editó el Colectivo con ella.

Este tercero es de una charla sobre Copla y Literatura que nos dio Mila Marente. Es un detalle de una ilustración libre que encontré por internet. A la conferenciante le gustó mucho, así que me doy por contento. Más carteles siguiendo el hilo...

jueves, 25 de abril de 2013

Frontera

Más allá de esta cama: el ruido, un calcetín tirado en el suelo, la cena sin hacer, un murmullo de sondas vacías, los coches que no dejan de pasar, el vértigo azul de los párpados cerrados, una bolsa de patatas fritas, la soledad y las vías del tren…

Más allá de esta cama: el tiempo, un vasito de agua, la vida en otros planetas, facebook y Rouco Varela, el dolor en los coches rojos, las turbas de gente en los grandes almacenes, las interferencias del miedo, una botella de Jack Daniels, la lluvia y los bolígrafos que no pintan…

Más allá de esta cama: la vida, una zapatilla con los cordones desatados, los trofeos perdidos y los ojos agrios, el telediario de las 3 y el de las 9, la lavadora y el saxofón de John Helliwell, el manicomio de los móviles inteligentes, la guerra, el café que ya silba, el sueño, las azoteas y la muerte…

Más acá de esta cama, tú, desbaratándome todos los mapas.

martes, 23 de abril de 2013

Día del equiLibro

En el filo de mi espejo hacen su ejercicio los equilibristas
para prepararse para el circo de la vida
Carmela, Escuela de Letras Libres

En el fondo de mi bolso está la cuerda floja para descender al olvido
Ignacia, Escuela de Letras Libres

Estas dos muestras de la preciosa poesía que se labra en Letras Libres me sirven para descorrer el hilo que hoy deseo colgar. Quiero celebrar el día del libro con los equilibristas que me he ido encontrando desde que me subí a la cuerda. Escritores, bloggeros y artistas visuales que se han quedado colgados con la misma metáfora. Todos ellos mucho más grandes que yo.

La vida está en la cuerda floja en Vértigo de Ana Rodríguez Callealta, a la que pude oír recitando en uno de los festivales de La Regadera.

No hay una maquinaria indestructible
capaz de soportarnos el alma.
La muerte atraviesa ciudades
envestidas de raíles por los que nadie
llega nunca al otro lado.
La eternidad es sólo el instante en que se piensa.
A veces ni siquiera tengo la certeza
de estar viva. Vago entre insomnios,
esquivando la soledad inevitable
de encontrarme a solas dentro de mi cuerpo.

sábado, 20 de abril de 2013

Curiosos ¡y hasta bizarros! equilibristas

En una de mis excursiones caminando por los hilos de la red de Google, he conocido a algunos equilibristas ciertamente curiosos, extraños, frikis, bizarros...

"Cariño, nuestra relación está en la cuerda floja"
 
"¡Pero hijo mío! cuando me pediste que te guiara por los inescrutables caminos del Señor, ¡me esperaba otra cosa!"
"¡Tachán!" "No intentes arreglarlo Maripili, te has quedao en bragas"

miércoles, 17 de abril de 2013

Batería de preguntas

(Batería completamente llena) 
Cuando amanece, ¿la hierba suda, llora o se le hace la boca agua? ¿En qué manchón está jugando ahora el niño que fui? ¿Qué otras obras escribió el poeta que hizo la tabla de multiplicar?

(Tres cuartos de batería) 
El paraíso ¿está en el viejo barrio donde crecimos? Si olvido a algún compañero del colegio, ¿estoy matando un recuerdo? Y los personajes que mueren en una novela, ¿van y vienen del cielo cada vez que alguien empieza a leerla?

(Menos de la mitad de batería, modere el uso) 
¿Las piruletas tienen pesadillas con señales de prohibido el paso?  ¿Los ladrillos de los edificios ven a las piedras como seres salvajes e incivilizados? ¿Las lavadoras improvisan su ritmo sobre la marcha? ¿Nuestro mundo es el infierno de los habitantes del centro de la Tierra?

(Un tercio de batería, precaución) 
¿Por qué el lenguaje suele estar tan triste? ¿Echa de menos a la poesía? Y las faltas de ortografía ¿son también faltas de respeto? Si cruzo un paso de cebra, ¿estoy pisando una metáfora? Y si lo hago todos los días con mucha gente en hora punta, ¿es eso una estampida?

(Atención. Batería baja) ¿Y qué impresión le merecen a mi impresora los textos que escribo? (Batería muy baja. Por favor cargue la batería) ¿Puedo colgar notas musicales en un tendedero? (Si no recarga la batería el sistema se apagará) ¿La muerte tiene un libro de registros o un cuaderno de apuntes?  (Batería a nivel crítico) ¿Por qué el tiempo pasa tan rápido y adónde va? (Si no conecta el cargador el sistema se apagará sin previo aviso) ¿Qué sentido tiene la... (Apagando sistema)

lunes, 15 de abril de 2013

El camino largo a casa

Una vez más has cogido el camino largo a casa. Vas por la calle creyendo que eres un Romeo, de esos que tienen el papel protagonista en las series de la tele. Eres el hazmerreír del vecindario y lo sabes, pero te da igual. ¿Qué más da? Te lo estás pasando tan bien. Pero hay veces que sientes que sólo eres parte del decorado. Y entonces viene el bajón. Tu mujer parece creer que eres como un mueble más del salón. Curioso. Con lo agradable que ella solía ser al principio.

Por eso estás ahí otra vez, de nuevo recorriendo el camino largo a casa. Porque cuando los días solitarios suceden a las noches solitarias, te marchas a hacer un viaje por las luces de la ciudad. El camino largo a casa. Nunca ves lo que quieres ver, siempre estás actuando de cara a la galería. Y coges el camino largo a casa. Cuando estás en ese escenario, todo es tan increíble, tan inolvidable, cómo te adoran... Pero entonces te acuerdas de que tu mujer cree que te estás volviendo loco. Qué desastre. ¿Es que no hay forma de salir de esta?

¿Es tu vida una catástrofe o es una lección que te da el mundo? "Para que crezcas de una vez, chico". Cuando miras hacia atrás y piensas lo que podrías haber sido, a lo que podrías haber llegado... Si hubieras tenido más tiempo... Así que cuando llega el día y vuelves a sentar cabeza, ¿quién tiene la culpa si no estás? Cogiste el camino largo a casa. El camino largo a casa. Y una y otra y otra vez más.
---o---
Adaptación de la canción de Supertramp "Take the long way home" con letra y música de Roger Hodgson
Imágenes (no me he podido resistir a poner las tres) de Abdiel Mendoza y Elkin Marulanda. La de los pies descalzos aparece en varios blogs, pero no he logrado identificar el autor o la autora.

miércoles, 10 de abril de 2013

Auténticos Equilibristas

Funambulismo es el arte de caminar a lo largo de un delgado alambre o cuerda, generalmente a una gran altura. Éste es un acto común en los circos, donde uno o más artistas actúan frente a una audiencia. A menudo se hace como un ardid publicitario, realizando el acto en ciertas ubicaciones específicas o buscando batir marcas de distancia o altura. Los funambulistas a veces usan equipo para mantener el equilibrio, y en otras ocasiones pueden realizar la hazaña sin una red de seguridad para el efecto. (de Wikipedia)

Ya hemos hablado de la hazaña de Philippe Petit hace unos días, pero me he dado cuenta de que nunca he hablado del equilibrismo o funambulismo verdadero. Ya he contado el por qué de esta metáfora que dio origen al blog, pero mi historia con el equilibrismo no ha pasado de ahí, de un mero coqueteo metafórico. Ni lo he practicado, ni creo que lo practique (ni siquiera el slacklining que es al equilibrismo lo que las rueditas a la bici). Pero llamándose como se llama este blog, creo que era obligado hacer un homenaje a esos auténticos equilibristas de la vida real. ¿Quieres conocerles? Pues sigue el hilo con cuidado, no vayas a caerte...

domingo, 7 de abril de 2013

Después

Una noche, el hombre que vende seguros teme llegar tarde y, aunque no quiere mancharse los zapatos de barro, entra al parque para cortar camino. Tres minutos después, el hombre siempre acelerado por las prisas y la soledad mira su reloj, pero no advierte el árbol de enfrente. Un minuto después, el hombre dolorido y desorientado se levanta a tientas, se da cuenta de que tiene las gafas rotas y el traje sucio. Un segundo después, el hombre perdido en la oscuridad y en la miopía, maldice cinco veces al mecánico del coche, seis a su mujer y ocho a su jefe. Cinco minutos después, el hombre que procura recuperar su lugar en el mundo sabe que un despiste no puede justificarse como accidente laboral, pero merece la pena intentarlo. Dos minutos después, el hombre en reconstrucción está revisando sus documentos cuando una racha de levante se lleva todos sus papeles. Diez segundos después, el hombre que se derrumba sobre sus rodillas se siente débil y absurdo y llora mientras mira con nostalgia la zona de los columpios. Cuarenta años antes, el niño enérgico y risueño juega en el parque a ser un superhéroe que arregla los problemas del mundo.

Relato para el II Certamen de microrrelatos "Colectivo Letras Libres"
Imagen traída por el viento desde aquí

jueves, 4 de abril de 2013

¿Qué lleva un poeta en la mochila?

Lleva un gato para los días de lluvia
el manual de empleo de las soledades
la llave que abre la tercera baldosa amarilla
pisadas de mamut para las utopías
lagartijas para la tos
saliva de ángel y mocos de cebolla
un náufrago de postre
un hueco para cobijarse de los muros
un monóculo para el ojo del huracán
la cuenta atrás del cepillo de dientes
barro y luz para contar los sueños
una ciudad donde se pierden las brújulas
la pregunta que le hace la hierba al amanecer
un potaje negro para los dioses
un hulla hop para los melocotones salvajes
el interruptor que enciende los tulipanes
la lengua de la sábana
un cangrejo para el sauce
un cubo risueño para los vómitos tristes
las mañanas que terminan en conciencia
sal y hormigas para despedirse

¿Y qué llevo yo en la mochila?

Mi corazón arrancado y sangrante
un cubo de agua de lluvia
los ojos rojos de los perros muertos
un vaso para vomitar
la tinta descorrida de un tatuaje
un niño seco y arrugado
un ramo de rosas calvas
y una bolsa de preguntas que no puedo responder



Inspirado en Juan Carlos Mestre
Ilustraciones de Deisign y de Vaka Valo

martes, 2 de abril de 2013

El Prólogo Inédito de FRONTALES (o “Las Increíbles Aventuras del Veloz Murcielaguillo”)

Aquí va el prólogo que nos tiene que pasar (esperemos) Jesús Romero. El veloz murciélago comía algarrobas en la aldea de las encinas periféricas. Desde la esquiva altitud veía fusionarse a los púlpitos borogobos con las deseadas gimnospermas. En los valles barbitúricos se alzaban analgésicos los unipladios. “Dos y dos son cuatro” pensaban los académicos de la lengua fecí en sus bibliotecas de Calatrava de Oz. Entonces con un giro looping atmosférico, el veloz murciélago comedor de algarrobas voló hacia la parte póstuma del gran chopo de la toposfera ascendiendo cual silábico altramuz. Entre tanto veíanse irisadas las huellas de los pitiformes azulejando la fracasada india vendecompacs entre las siete y la hora del té edredónico.

En la jerga hay erizos. Erizos como los que encontró el murciélago volador mientras conversaba con el pollo pelado que miraba para otro lado y tras sardónico coloquio colocado en estratégico punto de la narración, quedó dormido para dar paso a los erizos de la comparación del principio de la oración. El veloz murciélago se dirigió hacia ellos con buen y espinoso talante:

“¿Está el enemigo? Que se ponga.” A win visible. A win visible. Y el veloz murcielaguillo urkeliano con sus miradas tan tiernas vio un regalo sorpresa de un premio que para él no era ¿o sí? y que todavía no debía ser entregado. Enton, los erizos con cara de maestro enreverbenao y traje de Dior de ejecutivo mutuo madrileño, de asco pusieron el semblante y reprendieron al veloz murcielaguillo asustado y gritagónico fónico. Y Jesús Romero que no venía, y no venía, y el sagrado templo vacío de cristales y vorogovado. Anda que mandan wee. Y entonces el veloz murcielaguikki… illo, en un sacrosanto expediente de recurso administrativo, consiguió trajinar la flecha con cuerda al hilo lanzada y clavóla en la diana justa, precisamente en el centro, en la casa del jefe búho para que todos los aldeanos gimnoespérmicos la vieran.

Y fue así como el veloz murcielaguillo triunfó sobre los alados celtéreos del chuchuflato y celebrólo con vino de Sigüenza, cachimbambas barbitúricas y algarrobas de selección epañola calité a tutiplén sumicius. Alea jacta, ahora vas y te jactas. Fin.
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