sábado, 29 de junio de 2013


Una Certeza

No sé por qué escribo,
pero escribo

 Supongo que ser equilibrista por los bordillos en las aceras de la barriada tenía más mérito cuando era pequeño. Como todo punto final tiene un epílogo, os cuelgo estas fotos, este vídeo (bastante mejorable) que acabo de hacer y este mensaje: Quería deciros que la Cuerda termina, pero hay muchas cosas que hacer todavía y que tenemos que ponernos a ello. Seguro que lo conseguiremos. Gracias por vuestra compañía en estos trescientos noventa... y un posts. Nos seguimos viendo por los mundos. Batid bien fuerte vuestras alas.

Deivid

viernes, 28 de junio de 2013

La Cuerda del Equilibrista

(clica en la imagen para ver un vídeo)

No bastaron los pescozones en el cuello ni la voz de tijera de sus padres para cortar aquella pasión que le tamborileaba en el pecho, que le bailaba en la melena, aquel gorgoteo de aviones que le invitaba a descalzarse en las aceras y caminar con un pie tras otro por el bordillo. Su madre, que era la adivina de la caducidad del tiempo, antes que eso prefería verle de tragafuegos o de ilusionista. Su padre, un ilustre malabarista de burbujas, amenazó con quitarle su puesto en el circo si seguía empeñado en aquella idea de tan baja ralea. Pensó hacerse domador de gatos filósofos como algunos de sus compañeros del colegio. O ingeniero de sueños imposibles como uno de sus mejores amigos. O tal vez, entrenador de pelícanos poetas como aquel maestro que le enseñó a confiar en su corazón. A la vez que crecía, cambió las primeras escaramuzas en bordillos por los pasamanos o las verjas. ¡Si es que no puedes tener los pies en el suelo como las gentes de bien! repetía su madre. ¡Si es que te salen pájaros en la cabeza! ¿Y estos pelos qué son? insistía su padre. Hasta que un día, al fin, se animó a caminar por el tendedero que iba de la ventana de su casa a la de su vecina, una jovencita que por las mañanas hacía de mujer balín de plomillo y por las tardes estudiaba la magia de las palabras voladoras. Al subirse, los pies le chisporroteaban de miedo, se trastabilló muchas veces, se cayó más de mil y más de dos mil pensó no volver a subirse. Pero fue cogiéndole el truco, y caminó y caminó por la cuerda. Su número acabó gustando a las gentes del circo y sus padres acabaron aceptando a regañadientes que su hijo se dedicara a la imprudente y poco respetada profesión de equilibrista de cuerdas flojas.

El joven creció y creció y se convirtió en uno más de la gran compañía. En las alturas conoció algunos amigos que se paraban a hablar con él: un capitán de barcos a la deriva, un trapecista que se colgaba en notas musicales, una gitana vieja que volaba en un sol de luciérnagas trompetistas, un títere que viajaba en nube y que se había escapado del marionetista a costa de perder las manos. De lejos vislumbraba maravillosos mundos, islas distantes que flotaban en el aire. ¿Qué maravillas existían allí? Deseaba tener algún medio para poder visitarlas. De vez en cuando encontraba tesoros que habían caído en la cuerda: una orquesta de flores de corbata, una tarta de fresas volcánicas y hasta un nudo de sueños sin deshacer.  Un día, después de terminar una función más agotadora que de costumbre, se dio cuenta de que le habían crecido unas pequeñas alas en los pies y en las manos. ¿Acaso sus tobillos y sus muñecas se habían descascarillado como huevos de codorniz y habían revelado lo que realmente había en su interior? Una certeza le asaltó. Le tembló todo el cuerpo, pero supo que los buenos momentos le acompañaban, que por fin podría conocer esos nuevos y fascinantes mundos, y que siempre podría bajar a visitar a su familia y amigos. Sacó las tijeras de inaugurar alegrías, guardó todos sus tesoros en la mochila, respiró tres veces, miro arriba y abajo y después sólo adelante... Y entonces cortó la cuerda y se abalanzó a emborracharse de azul, a abrazar a las nubes y a bañarse de soles. Se embadurnó de las selvas de fuego verde, se fascinó con las canciones de los piratas del viento, conoció a las musas de los ríos del futuro, tocó el saxofón con los camaleones salvajes, se enfrentó al ejército de seda de los gusanos nostálgicos, brindó por la vida con los bandidos de la esperanza. Ahora se explicaba por qué nunca había tenido los pies en la tierra, por qué siempre le anidaban pájaros en la cabeza. Los años de equilibrista le habían enseñado a desoír al vértigo y a no tener miedo a descubrir cosas nuevas y misteriosas en las alturas. Aquel día, cuando cortó la cuerda, descubrió que tenía alas y que lo que siempre había querido era volar...


4 años, 7 meses, 22 días, 390 entradas y muchas aventuras después, hoy el Equilibrista llega al otro cabo, al otro extremo de la cuerda. Hoy este blog termina su andadura. Es una decisión que tomé hace algunos meses con ciertas reservas, pero desde entonces hasta hoy una serie de indicios, de coincidencias de la vida, me han hecho confirmarme en que podía ser este el momento de dar este paso. No habrá más entradas, pero La Cuerda no se corta, seguirá colgada con todas sus pinzas para que podáis subiros a ella siempre que queráis y recordar las aventuras que nos han sucedido hasta aquí. Todo lo que ha surgido en este blog va a permanecer de alguna manera, no voy a arrojar nada a la basura. Iniciativas que empezaron aquí las retomaré en otros lugares, pero será cuando se abran nuevos círculos. La puerta no la cierro, la dejo encajada. Ni que decir tiene que toda la experiencia que llevo hasta aquí me la quedo en la mochila. Y tranquilos, que no voy a dejar de escribir. Simplemente necesito cambiarme de traje, dejar de ser Equilibrista para ser otra cosa. El qué, no lo sé, ya lo iré descubriendo. Va a ser difícil porque este blog es parte de mi vida y se ha convertido en algo importante. Pero sé que es el momento de ponerme a prueba y atreverme a hacer cosas nuevas, a visitar nuevos caminos y universos. Inciertos. misteriosos e inseguros, pero nuevos, deslumbrantes y apasionantes. Gracias a tod@s por darme vuestro continuo apoyo, por animarme, por jalearme, por secarme las lágrimas, por enseñarme tanto. Nos seguimos viendo, batid bien vuestras alas porque sopla muy fuerte el viento y trae arena a los ojos, pero sobre todo volad sin miedo porque hay muchos mundos por descubrir. 

Un abrazo, amig@s
Deivid

miércoles, 26 de junio de 2013

Hay que hacer muchas cosas todavía


 Hay que hacer muchas cosas todavía
Tomar el desayuno y cambiar el futuro
hacer la cama y limpiar los sueños
barrer migas de pan y beber lágrimas rotas
accionar el mecanismo que hace temblar al universo
inventar un artilugio para soñar despierto

 Hay que hacer muchas cosas
aprender todo lo nuevo que traigan las palabras
abrir puertas oxidadas en el barrio de los sueños
quedarse traspuesto mirando el campo
y abrazar a los árboles con garganta de pájaro
para oír su susurro trepando en las entrañas

 ¡Hay que hacer muchas cosas!
desvirgar el tiempo para crear el infinito
abandonarse al vértigo de los hilos de la tarde
recoger las moras del árbol del olvido
encerrar a los poetas en jaulas de agua
convertir en pergaminos la lengua de los gatos
vaciar el pozo ciego que nos inunda el rostro

y

cerrar un círculo para abrir otros
 

lunes, 24 de junio de 2013

Menú Big Bang Inverso

¿Cómo recrear un punto en la nada o quizá la nada misma? Eso, un punto de energía, o la nada, es lo que quedará una vez que nuestro universo llegue a su fin, cuando el big bang se repliegue en una implosión, en un big bang inverso o big crunch. Si bien es cierto que el nuevo paradigma científico parece desmentirlo, aún no se sabe qué puede deparar la desconocida e impredecible energía oscura. Pero más allá de las grandes distancias espaciales, yo os puedo augurar que en este rincón pequeño y concreto del universo se avecina un repliegue, una implosión que dará origen a un nuevo comienzo. Quedará un punto nadando en el gran blanco, un punto que concentrará todo lo visto hasta aquí. 

Igual que hubo un menú big bang, hoy llega el menú big bang inverso o big crunch. Y punto.

De primero: La Gran Traca, Revista Xtreme nº 193 (Editorial)

Cuando la cápsula XT-17006 estuvo dispuesta, la tripulación experimento un singular nerviosismo. Se miraron, revisaron el equipo y las notas que detallaban el objetivo de su misión: como observadores podían viajar , gracias a las propiedades de la cápsula hasta el mismo momento en el que se originó el universo. Observar, interpretar y volver con los datos. Años de investigación habían determinado el punto exacto del comienzo de Todo lo conocido, y ahora sólo tenían que comprobar... qué pasó. La tripulación de la XT-17006 estaba formada por un equipo de veteranos analistas, más un grupo de recién llegados ayudantes, cada uno especializado en tareas muy precisas, en temáticas muy concretas. Todos juntos, la tripulación de la cápsula formaba un equipo único, con sus peculiaridades, sus diferencias, pero bien avenido y mejor engrasado. Los mejores en su campo, sin lugar a dudas.

La cápsula arrancó y se desplazó en el continuum espacio-temporal. Ante ellos desfilaron formas y colores indescriptibles: escudos blancos y escarlata, construcciones marmóreas, inmensas espirales con forma de ojo ensangrentado, monolitos de colores blanco, negro y verde.... Cuando llegaron al destino previsto, nada les rodeaba. Nada había comenzado. Silencio. Hasta que uno de ellos se atrevió a hablar:

— Hemos retrocedido hasta la Nada. Somos el único elemento que flota en ella. ¿Sabéis lo que eso quiere decir? Somos un elemento extraño. Nosotros somos los que provocamos el primer gran...

BANG

De segundo: Big Bang, Amaral (en Pájaros en la cabeza)




De postre: Big Bang Attack de Super Vegeta en Dragon Ball Z (Toei Animation, creado por Akira Toriyama)



Sobremesa: Amores Big Bang II, Antonio Díaz 'Alinando'

Si me lo pides
Si me lo insinúas
Si tan siquiera te lo adivino
Compraré un billete para viajar en humos de mago
Y me esfumaré

Y te juro por el calor de tus labios que no lloraré
Y te juro por el color de tus ojos que no sufriré
Y que mis noches no serán suplicios
Ni sentiré el flagelo de tu ausencia

Por los rizos de tu pubis que no.

Y por el aire de tu boca te prometo
Que tu libertad será mi santuario
Y yo el exvoto sin palabras, sin actos

Que me esfumaré
Como la nada se esfumó con el Big Bang

domingo, 23 de junio de 2013

Llamando a la Tierra

Me siento como ese viajero cósmico perdido en el espacio. Sentado en mi ordenador, llamando a la tierra, planeta, madre, suelo, sueño, árbol... La historia de este track de M-Clan no dice nada, pero lo sugiere todo. ¿De quién se acuerda el Capitán? ¿Le dejará el ordenador escapar? ¿Por qué no contestan en la Tierra y por qué Venus se ha apagado? ¿Somos solitarios cowboys en un espacio azul eléctrico? ¿Por qué no somos capaces de escuchar la serenata del universo, la que palpita debajo de nuestras células? ¿Por qué nos conformamos con esta y no escogemos otra de las muchas dimensiones posibles? Señoras y señores, yo me bajo de esta nave, me quito los zapatos y me tiro al campo... Quien quiera que me busque allí.


Lyrics orbitando aquí
Imagen descubierta aquí

viernes, 21 de junio de 2013

A las 12 como siempre

¿Te acuerdas cuando los sueños eran de plastilina y le acariciábamos la tripa a las estrellas?
¿Cuando pisábamos la tierra con los pies descalzos y hacíamos películas de plástico y arena?
¿Cuando el barrio era el estanque del tiempo, el laberinto de los monstruos perdidos?
¿Cuando la muerte corría en pantalones cortos por el filo de la acera pero no nos dejaban mirarla?
¿Cuando valía la pena pagar un castigo por una bolsa de caramelos?

Hoy es distinto.
Las fronteras encogieron y se abrieron otras nuevas.
Los permisos son de papel y no de lágrimas.
La vida aceleró.
Y tú un día te perdiste.

Hoy paseo por el barrio
      miro a mi lado,
                y no estás
y me embarga la soledad aquella de los domingos fríos
aquella que era como una rosa muerta en un portal
como una sábana de escombros
como una columna con mellas de carbón

Hoy el barrio es el cadáver del paraíso,
y los recuerdos crujen como hojarasca al pisarlos

Un día te perdiste.
O nos perdimos los dos
Cada uno por su lado
Y nunca supimos bien por qué

Y ya no había sábados por la mañana, ni confidencias de verano, ni música en naves espaciales, ni fútbol en islas perdidas, ni juegos en ciudades amarillas

Quizás la borrachera de la infancia nos agrió con una resaca de rencores
Quizás no vimos la esquirla en la manzana


Algo se había derrumbado y con los pedazos, construí la carcasa de un amigo de cuerda. Su mecanismo nunca fallaría. Siempre a mi lado, siempre riendo. Y le fui añadiendo piezas de otros

De los que me ayudaron a limpiarme el fango con la lengua
De los que me inyectaron poesía en vena cuando tenía el alma seca
De los que no esperé pero quisieron descubrirme
De los que me besaron con la boca del aire
De los que no me olvidan aunque desnude mis miserias
De los que aparecen en mis sueños porque me echan de menos
De los que busqué en el callejón de los corazones vacíos

De todos a los que tengo que dar las gracias

Pero el amigo perfecto nunca estaba completo. Y lo enterré en el cementerio de los secretos, con las canicas y el mapa del tesoro.

Nos perdimos
           y ya ni me acuerdo qué día fue, ni qué pasó
                               Pero a estas alturas, ¿qué más da?

Porque tú tienes mucha culpa de que los recuerdos todavía huelan a canela
sean pergaminos de leche en el baúl del futuro
se desaten en un abrazo de chispas dulces

Sólo quiero que sepas, que un día haré las maletas y cogeré un avión para ir a verte
Buscaré tu dirección y apareceré sin avisar, a las doce como siempre
Iré con la bolsa de los muñecos y dos chocolatinas

Y volveremos a robarle al mundo una mirada de juguete.

miércoles, 19 de junio de 2013

Premios Equiliquiz con Menús del Día, Cuéntame un Track y más

 

Muy buenas señoras y señoros: Aunque han pasado dos años desde que se abrió el concurso y casi uno desde que terminó, hoy por fin vamos a proceder a dar los premios Equiliquiz. Si recordáis, se trataba de un concurso en el que había que averiguar a qué obra (literaria, cinematográfica, de videojuego o de cómic) pertenecían una serie de fragmentos. El enlace y el desarrollo del concurso lo tenéis aquí.

Sin más rollazos patateros, procedamos a revelar los premios, siguiendo el hilo:

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