Pasen y vean: ¡Descubran un mundo con profundidad, relieve y distancia tridimensionales en el interior de una imagen plana! ¿Imposible? Nooooo, mis queridos amigos, con todos ustedes el invento del futuro con el que podrán introducirse en una fotografía, la última maravilla de la ciencia: ¡El estereoscopio!
El siglo XIX fue una época que se proyectaba imperiosamente al pasado (florecimiento de la arqueología, descubrimiento de las civilizaciones antiguas, desarrollo de la historiografía medieval) y al futuro (revoluciones tecnológicas en aceleración constante, desarrollo de las ciencias modernas), una época optimista, de cambio, abierta a nuevas y maravillosas posibilidades. Uno se imagina a las gentes de aquel tiempo (al menos a las que tenían acceso a los nuevos inventos) mirar al futuro con una mezcla de fascinación e ingenua utopía. Con la percepción de que todos los deseos serían satisfechos en pocos años. Muestra de ello es la literatura de la época: Verne y sus viajes por todos los confines de la tierra y más allá, H.G. Wells y su máquina del tiempo...
Ahora que está tan de moda el 3D en el cine, las pantallas de TV y los videojuegos (hoy mismo sale la Nintendo 3DS) es curioso descubrir como el fenómeno en que se basa, la estereoscopia, no es nada nuevo sino que ya fue descubierto en el siglo XIX. La exposición de la Fundación Unicaja "Visión 3D: Fotografía y espacio" que está estos días en Cádiz nos explica el proceso: Cada ojo ve una imagen ligeramente diferente del otro, pero luego el cerebro las procesa de tal forma que percibimos la profundidad, la distancia, etc. Si hacemos una fotografía equivalente a la visión del ojo izquierdo y del derecho, y las superponemos a través de lentes, creamos en el cerebro la ilusión de que estamos ante una imagen con profundidad.
En la exposición se puede ver la evolución de la imagen estereoscópica. Además hay todo un muestrario cámaras con doble objetivo para tomarlas y de visores para contemplarlas: desde los primeros y aparatosos prototipos, hasta los View Master con fotografías de recuerdos turísticos (como el que veis a la derecha.) Este me trae recuerdos pues mi tío me regaló uno que compró en un viaje a Nueva York. A Gloria, la hipopótama de la izquierda podéis verla en anaglifo, el sistema que se usa en el cine 3D.
En fin que os recomiendo la exposición encarecidamente porque podréis experimentar lo que sentían las gentes del XIX probando in situ los visores estereoscópicos. Ahora mismo está en Cádiz hasta el 4 de abril, pero pasará por otros lugares de Andalucía.
2 comentarios:
very interesting... una lástima que no me hayan reparado el avión todavía
chulo
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