Daniel y Damián son un dúo de demonios que disfrutan viendo dramas de dinosaurios, siempre que sean divertidos. Decidieron el domingo robar un diamante de la casa de Dios. Luego lo vendieron por un duro y compraron una docena de dibujos pintados con los dedos de la mano derecha por un dictador que escribía dictados. Pero hete aquí que los llamaron delincuentes, los detuvieron y los condenaron a hacer divisiones con un docente. ¡Qué disparate!
Hace unas semanas en el curso de monitor sociocultural que estoy haciendo, mi compi y tocayo David y yo improvisamos este disparate de arriba, esta exquisita tontería naif que hoy me apetecía dejaros aquí. Lo dimos a luz en una actividad que consistía en agruparse los alumnos de la clase por la inicial de sus nombres, hacer una lista de palabras que empezaran por esa letra, y luego crear y representar una historia con las palabras del listado. Una deliciosa locura que os recomiendo, pues nos permite dejar volar la imaginación sin trabas y elevarla hasta el dulce edén del absurdo infantil.
8 comentarios:
Pero...hay algo que tú no seas capaz de hacer...¡¡¡??
Es maravilloso este sencillo y abrumador ejercicio. Deberíamos hacerlo cada mañana,al despertar.
Genial¡¡
Ana andaba abrumada por la astucia de su amigo David, admirando su alegre entrada en el blog.
jejejejeje,se puede mejorar.
EXCELENTE IDEA. ¡JUGANDO SE APRENDE MAS! aBRAZO
Sois dos demonios geniales, aparte de demenciales. Qué imaginación la vuestra!
No quiero ni pensar lo que os puede salir cuando os pongáis en serio.
Un abrazo.
Excelente ejercicio, desde Madrid, un abrazo
José María
Estos ejercicios tenemos que hacerlos en clase, que se prometen muy divertidos.
Que arte tienes Deivi de mis entretelas.
Está chulísimo, David!!
Fíjate que voy a intentarlo y de paso me descojono una mijilla con lo que pueda salir de allí...jejeje...
Besillos.
Jajaajaja, qué crack, este ejercicio es magnífico para hacerlo con los chavales. Os copio la idea, para cuando haga cosas con los chavales ;).
Saludos.
Tu vete apuntando para el taller, que no estan de mas
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