jueves, 21 de octubre de 2010

Mocos (La Persistencia del Tiempo)

Que hay ruiseñores que cantan encima 
de los fusiles y en medio de las batallas
Miguel Hernández 

Am. dice que hay que dejarse llevar por el mundo incluso en las situaciones más difíciles. Mantener la fascinación en la mirada, igual que los bebés. A Mocos le encontré en mitad de la acera expuesto a una muerte segura, justo unos pasos después de la casa de Am. Lo cogí y fui a buscarle un lugar donde estuviera a salvo. En aquel momento sabía que no iba a estar mucho tiempo con él, así que no le puse nombre. Pero ahora me gusta recordarle como Mocos. Sé que muchos como él suelen aparecer por estas fechas y de vez en cuando se desperdigan entre nosotros pero, hasta aquel día, nunca me había preguntado por cómo se desarrollan, de qué viven, o si tienen alguna especie de jerarquía social entre ellos. Me había limitado a contemplarlos de vez en cuando en su posición anquilosada en el plano espacial, como fósiles en vida, pero en una extraña postura en el fluir temporal. Am. diría que se follan al tiempo. Haz la prueba. Adopta a uno, suéltalo en tu casa y aparta la vista de su aletargado avance (aparta tu ojo voyeur de su cerrojo espacial ¡mirón!). Ponte a hacer otra cosa, olvídalo y vuelve a buscarlo al cabo de un rato. Bastarán cinco minutos y entonces: ¡magia! La chistera se destapa vacía. Sin conejo ni paloma. Como si hubiera amasado el flujo temporal, desaparecerá de tu vista y aparecerá luego en otro lugar de tu casa totalmente imprevisto, y las más de las veces, inverosímil. “¡¿Cómo has podido llegar hasta ahí en tan poco tiempo?!” dirás poniendo cara de idiota y algunas exclamaciones más, pero sin que él entienda una sola palabra.

La vida para nosotros (los "mirones") tiene también un discurrir lento. Pero sólo en apariencia. La rutina es la puta del tiempo, ella se encarga de engatusarnos para que el señor Chronos nos dé por el culo con su palanca de marchas (palanca que perdió la R eso sí). Un día amanecemos con el culo rojo y probablemente digamos: “¡¿Oh, ya han pasado diez años desde que terminé la carrera?! ¡¿Tanto?!” (sin duda alargaremos mucho más la a). Ellos, en cambio, no se preocupan del tiempo, ni siquiera se plantean cómo funciona. Es lo que dice Am. que nosotros tendríamos que saborear los momentos. Como si babeáramos con cada instante. Incluso los momentos malos. Hay que seguir nuestra programación interna, da igual lo que haya más allá. Igual que hacen los bebés, cuando los metes en la piscina y se mantienen a flote sin que les enseñes. Igual que hace Mocos. Solo así, se mitiga la persistencia del tiempo en la memoria. La vida ya ha puesto la mesa y ha servido la sopa desde el principio de los tiempos, sólo y exclusivamente para nosotros en cada momento. Y debemos saborearlo como si nos lo jugáramos todo. Nunca se sabe cuándo puede echársete encima un pie y aplastarte.

El caso es que mientras lo llevaba en la mano contemplaba a otros como él. Estos eran más espabilados y trepaban por la tapia que discurría paralela a la acera, tapia que daba a un parque público. Parque que daba a un futuro más prometedor. Al menos eso me pareció, tampoco me lo plantee demasiado. Tampoco me pregunté  si iban hacia el parque o si escapaban a la acera a ver mundo. De hecho algunos llevaban la dirección opuesta. Me dirigí a colocarlo en lo alto de la tapia para que pasara al otro lado. Feliz por la buena obra que iba a hacer, empecé a imaginarme el futuro de Mocos: que llegaba al parque, que encontraba alimento (sea lo que sea lo que coman ellos), que vivía feliz dentro de sus posibilidades, que se follaba a unas cuántas de ellas, haciendo de vez en cuando un Kamasutra en su peculiar dimensión espacio-temporal, que tenía una larga descendencia, y que vivía todo el tiempo que quiera que vivan estas criaturas, evitando los peligros que pudieran acecharle. Pero la felicidad me duró solo un instante. Tenía que estirarme de puntillas para llegar a lo alto de la tapia y justo cuando lo coloqué en lo alto, bajé los talones y… crac.

Basado en hechos reales. 


Imágenes: La persistencia de la memoria, Dalí; Amanecer en el Océano, Kush; Bumpy el travieso, creado por Ken Pontac y David Bleiman

21 comentarios:

Equilibrista dijo...

Para los lectores "Sherlock", que sepáis que, además del texto, en las imágenes hay pistas sobre la criatura. Y no, no se trata de Bumpy, el del tercer dibujo, pero tiene ciertas semejanzas con Mocos.

Eq

Noelplebeyo dijo...

tuvo que ser impactante

genialsiempre dijo...

Es que eres un buenazo....

Cuenticiente dijo...

¿Un caracol?, un gato no, creo que un gato no... Un gato no hubiese hecho "crac". Esto último me ha desbaratado los esquemas...
Un huevo, ¿un huevo?. ¿Era un huevo?.
Un huevo, hace "crac". Sobre todo cuando se cae de lo alto de una tapia.
Esta noche no duermo, niño. Así que mañana vuelvo y retomo la investigación.
¿Es un huevo?.

Equilibrista dijo...

Jajaja... Un gato, un caracol, un huevo. También me han dicho un perro o un extraterrestre. Visto lo visto, prometo que lo desvelaré... diré quién ha acertado.

Tangai, un huevo me recuerda a Humpty Dumpty de Alicia en el país de las maravillas. Me gusta esa idea.

Noel, sí que lo fue.

GS, no sé, pero la naturaleza al final sigue su curso...

Ernesto Laguna dijo...

Para mí que es más importante el mensaje que la adivinanza. La cosa tiene enjundia, porque el protagonista es modelo digno de ser imitado. Follarse el tiempo ¡qué tentación!

Rachid dijo...

Sabes que? desde el relato del otro dia me he enganchado al blog; hoy lleo a casa un poco borracho,todo hay que decirlo y me pongo a leer un poco, me vacia la mente (es bueno para la gente que no esta es sus cabales) me olvido de las clases de traduccion, del frio terrible que hace (ni me acuerdo de cuando fue la ultima vez que me sentí los dedos de los pies)....pero hoy por algun motivo la historia de mocos me ha quitado el sueño!que era el pobre quidam??voy a pensar un poco y mañana te digo....

Equilibrista dijo...

Ernesto: Eso mismo me ha dicho una amiga hoy mismo. Creo que tenéis razón. Quería crear misterio con el "ser", pero en definitiva el fondo es lo más importante. Ea, a que al final no digo lo que era Mocos...

A pesar de todo tengo dudas con el relato, no sé si he sabido transmitir del todo lo que quería, y no sé si el final queda del todo claro... es retocable y dudo... pero supongo que eso es bueno :)

Rachid: No sabes lo que me alegra que te guste el relato, y que te enganche el blog. Eso de vaciar la mente nos hace falta a todos, tío, yo a veces quisiera dejarla guardada un tiempo en un cajón con mis cabales y mis tornillos sueltos. Tío, tu comentario me ha parecido un minirelato, tenía el ritmo, la cadencia de un relato.

PD: he tenido que buscar lo que significa quidam, es una palabra francesa? :)

Pedro Estudillo dijo...

Pues yo voto por un caracol, al menos es lo que me ha parecido, aunque corroboro que es lo de menos, lo importante es el mensaje filosófico que te ha salido sobre la vida toda. Al final todos hacemos crac, ya sea en el parque o en la acera.

Un abrazo deivi.

Rafael López Azuaga dijo...

Yo también digo que era un caracol, es lo primero que me vino a la cabeza, además de las fotografías. Y sí, tenemos que disfrutar del tiempo que vivimos y hacer cosas grandiosas, que nos llenen a nosotros y al resto. No seamos unos vagos ni "ninis" ni demás cosas, y luchemos por mejorar nuestra vida, encontrar ese parque en donde veamos todo eso que podría haber logrado Mocos...Así lo he entendido yo. Si no, cuando lleguemos a mayores y, por desgracia, tengamos demencia senil, alzheimer o estemos en silla de ruedas, nos arrepentiremos.

David, tío, ¡publica un libro!

P.D: ¿Va por ti lo de que hace tantos años terminaste la carrera? Bueno, tú tal vez unos cinco años, pero eso, que el tiempo pasa volando y a veces lo desperdiciamos.

Cuenticiente dijo...

Yo tomo nota sobre todo lo escrito. Alguna vez hacemos crac, o mil veces. La cosa está en recomponerse.
Pero es deseable tener una mano amiga que te quiera poner en un lugar mejor.
¡Aunque luego vuelva una a hacer crac... y cata-crac!

"AILOVIU"

Unknown dijo...

Para mi que ese caracol o moco o huevo o lo que sea no es otra cosa que el niño que llevamos dentro y que está loco por saltar la valla e ir corriendo al parque a jugar.Para él no hay tiempo,ni siquiera existe, todo es lo que el momento.
Pero no sé,no sé....
ya nos lo dirás.
Por lo demás, el relato me ha gustado mucho y me ha tenido pegada a la pantalla un buen rato. Eso es lo importante.
besos,compañero.

Unknown dijo...

Jejeje...eres un genio¡¡
Ahora si, ahora lo he visto todo, bien alto y bien claro.
Me maravilla lo que eres capaz de hacer con un trozo de algo, una palabra, unos minutos, un pensamiento...
Zas¡¡¡ Lo conviertes en este minirelato mágico.
Ya te lo he dicho algunas veces. Cuando termines de salir del cascarón, creo que serás una de las personas que más me alegre haber conocido.

Equilibrista dijo...

Pues no había pensado en esas interpretaciones que estáis dando, pero me gustan. Desde luego, le estáis sacando una profundidad extra que yo no le veía al relato. La última palabra la tiene el lector, tal y como me ha dicho hoy una compañera tallerina.

Rafiky: Sobre la P.D., no, no soy yo. Terminé hace cuatro años. :)

Tangai: En la serie de Bumpy, había una canción que decía:

"Si ya tienes los pedazos,
recupera el aliento,
esboza una sonrisa,
sonríe al sol y al viento.
Tú eres capaz,
ahora vuélvelo a intentar.
El mundo está hecho trizas
y lo vamos a pegar".

Esa canción se me quedó grabada, es la única que recuerdo vivamente de la serie. Ahora me alegro todavía más de haber elegido esa imagen. Y se me sale una lagrimilla :___D

Anatxu: Te debo gran parte del relato. Me da que es mejorable y retocable, cuando repose un poco. También me alegro de conocerte, porque eres una persona que vive intensamente y siendo sincera contigo. Y eso es una gran enseñanza.

¿Qué será? ¿Qué será? Pronto lo revelaré, habrá que revelarlo, ¿o no? :P xD

Besos a tod@s!
Deivid

Unknown dijo...

David...no se más que tú.
Quizás por esas cosas del crecer en una determinada familia, en un determinado tiempo y en una determinada ciudad, pueda llegar a ser un poco más inconsciente de las cosas y me meta en charcos llenos de barro. Pero nada más que eso. Soy igual que tú y que cualquiera. Tímida, miedosa, vulnerable, romántica...en fin.
Pero tengo un truco. Utiliza los disfraces que la vida te aporta. Al ponértelos,te ayudarán a salir del barro más cómodamente. No es difícil.

Un beso enorme,compañero,ya lo sabes.

Alinando (Antonio Díaz) dijo...

El caso es que me ha despistado el hecho de que el "crac" sonara cuando te ponías de puntillas. Si en vez de eso hubiera sonado al agacharte al dejarlo en el suelo, hubiera pensado que ese sonido era más bien producto de una rotura de esfinter causada a su vez por otro Mocos que avanzara a tus espaldas sigilosamente... Qué cosas...

Te has lucido macho, se lee con fluidez, engancha y está redactado con mucho arte. De lujo.

Carmen dijo...

Se adivina un cambio, pero no sé cual es, pero te noto muy distinto, mucho mucho. Y eso me alegra, no porque no me gustara el David de antes, sino porque este se sale, y prefiero verte así, "echao palante".

Tu texto es un misterio, pero lo mejón de tó es lo bien que lo escribes.

Besito.

Equilibrista dijo...

Jajaja, muy bueno Alinando. Es otra variante del relato xD Gracias tío

Gracias Carmen, a ver qué resulta de la digievolución, ;)

Besos

Pedro Estudillo dijo...

Bueno, pues ya va siendo hora de que nos saques de dudas, no crees?
... o mejor no?

Equilibrista dijo...

El misterio ya ha sido resuelto: Mirad el nuevo post xD

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Aqwui estoy, amigo. Oye, tu blog es extraordinario...! Si me lo permites, te añado a mis favoritos y te comentaré con frecuencia, ok?

Tenemos ademas muchos amigos comunes, ¡estupendo!

Un enorme abrazo.

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