No sabes donde te has metido. Con lo bien que debías estar tú antes, allí dentro, todo recogidito. Aquello debía ser como estar en tu propio jacuzzi privado, con self service a la carta y sin camareros relamidos. Se te pasarían los días sin enterarte. Y de pronto van y te sacan aquí fuera. Como el que no quiere la cosa. Ahora te pasarás el día llorando y seguro que todo te parece misterioso, un mundo repleto de enigmas y cosas que no entiendes. Tranquilo, eso es normal (a veces a mí también me pasa todavía). Y encima, no has ido a parar a un hogar cualquiera, no. Se podría decir que has caído en un país muy peculiar. Que te creías que ibas a estar siempre tan tranquilito. No te agobies y disfruta, porque ahí te esperan muchas sorpresas por delante. Tan pronto irás de la mano de una reina de corazones chiquitita y risueña, que camino a la casa de chocolate al lado de Gretel. Otras te las verás con un Peter Pan grandote y jugaréis a luchar con espadas de papel. Luego serás un príncipe árabe en busca de un tesoro, y al rato un detective que investiga el misterio de una casa embrujada. Y tranquilo porque tienes un hada madrina muy cerquita. Por cierto, me he enterado de que te ibas a llamar Alicia si hubieras sido niña. Ay, no sabes donde te has metido, no sabes la enorme suerte que tienes de haber caído en esa madriguera.
lunes, 18 de julio de 2011
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