Llevamos 4 años. Hace ya 4 años que empezó este blog. Y aún no he explicado por qué La Cuerda y por qué el equilibrista. O sí, puede que al principio. En aquella segunda entrada en la que me extendí hablando largamente de la vida y la literatura en general, bosquejando tan sólo mi vida y mi literatura en particular. Creo recordar que en ese momento expliqué la metáfora (cuerda que separa la realidad de la ficción, frontera entre la vida y la literatura, terrenos de demarcación difícil, cuerda por la que camina el poeta, el relatista, equilibrios para sostener el rumbo, el cambio, cuerda entre la vida y la muerte, entre el sueño liviano y la pesada realidad, equilibrios que permiten seguir adeante, entre el deseo y el tiempo y sus arañas, entre la pasión y los impedimentos, el objetivo y sus dificultades, parte ambas del mismo ente, del mismo mundo, partes del mismo cielo, cuerda floja, ese tópico, cuerda hilo, cuerda puente, cuerda puerta), pero no la génesis.
"A David lo ponemos de astronauta en la orla".

Así que me quedé con el seudónimo que me parecía más accesible. Equilibristas hay muchos, no sólo de cuerda, pero la idea me gustó. "¿Y cómo lo llamo? La cuerda floja... ya hay uno de economía. Equilibrios en la cuerda... no me suena bien. La cuerda floja y el equilibrista... muy largo. ¡La Cuerda del Equilibrista!" Hilo, post, seguir el hilos, las conexiones ya están hechas, todo encaja. Así nació el primer boceto del blog con aquel aspecto que algunos recordaréis. Se perdía la idea de floja pero esi ta iría explicando después y el concepto quedó redondo, o eso me pareció. La plantilla era una de aquellas que blogger ofrecía por defecto (la "pergamino"). Así se veía el blog cuando aún estaba vacío, cuando acababa de tender la cuerda (bonita palabra "tendedero" por cierto, muy andaluza me atrevería a decir) pero no había nada.
El blog se fue llenando de las primeras inquietudes, historias, tímidos decorados (aquellas primeras entradas que no tenían imágenes siquiera, luego fui aprendiendo a añadir fotos, vídeos, música). Unos meses después, a Bea, la novia de mi tío Paco, le debo un giro fundamental. Aquellos reyes de 2009 me regaló un cuaderno libreta cuya portada había realizado ella. Le había colocado una pegatina con la ilustración Ícaro de Carlos C. Laínez. Debajo aparecía el título "La Cuerda del Equilibrista - Analógico" haciendo un juego de palabras con la versión digital que es la que está colgada en internet. El cuaderno había de albergar os relatos y poemas que luego podrían acabar en el blog. Por supuesto, las notas, las ideas, los apuntes... Bea me sugirió que usara esa ilustración tan bonita para mi blog, ella y mi tío me hablaron de la obra de Carlos, de sus "Historias de gatos" y sus "Oficios Imposibles", los dos libros de ilustraciones que había publicado. "No sé si voy a poder" dije, pensando que era una empresa que me quedaba muy grande. "Eso es fácil si te pones". Mi tío ya barruntaba la idea, yo hice un intento que no me gustó, así que cuando las ocupaciones nos dejaron, tres meses después, nos pusimos (el mucho más que yo, claro, yo en aquel momento no me llevaba muy bien con el diseño, sólo sugería y opinaba) y en un par de mañananas surgió el nuevo diseño del blog cuando este cumplía unos cinco meses.
Poco a poco se fue rellenando la cuerda, fui colgando relatos, poemas, reflexiones. Me acuerdo de Canilius el contumaz, aquella paródica fantasía épica chiclanera (o chiclanoide). Era una historia de dragones, magia y fantasía (estilo Final Fantasy pero en modo chiclanero) con chistes y referencias a la realidad local todo en modo jocoso. Luego eso daría lugar a "El Cani" que viviría historias de amor y un expediente terremoto, correrías del Cani un treintañero o "treintón" con su amigo adolescente de unos doce años, Paquito (aka Paquitt Bolsa) en un escenario que me divierte mucho representar. Es un trasunto de Chiclana el lugar donde se dan sus historias de barrio, sus amoríos, sus colegueos... Recuerdo que se rieron mucho algunos amigos que me recomendaron incluso escribir una novela con esas hazañas.
Me acuerdo de muchos ejercicios, relatos y poemas de Letras Libres que también han pasdo por aquí, también de otros textos que brotaron de pronto: aquel Brut, la Melodía del levante, alguna chaladura absurda, experimentos surrealistas... "No escribas cartas de amor" aquel emotivo relato escrito con los detectives salvajes, "La Playa de las palabras", "La canción de todos los veranos", Barriada y tantos otros textos de raigambre sentimental, a veces, cómica, costumbristas pero a mi modo, con mis hechuras... Una relación muy especial es la que tengo con Alicia en el País de las Maravillas, con ese conejo blanco que tantas veces ha frecuentado el blog. Eso dio lugar a la etiqueta "Sombrerero Cuerdo" con todas las entradas en las que he reinterpretado a Alicia en relatos y poemas o he hablado de sus obras u adaptaciones.

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