viernes, 9 de enero de 2009

Las aristas de la lacería

En esta ciudad, en sus callejones, se arrebujan hoy y ayer las huellas de pisadas morenas, blancas, sucias, limpias, enamoradas, tristes, negras, rubias, cálidas, frías, tranquilas, presurosas. Este laberinto caprichoso, a veces roca, a veces piedra o asfalto, hojas o tejas, luz o neón, este laberinto seductor como la danza geométrica de las lacerías hipnotiza con sus esquinas y sus cuestas. Y en el final de la madeja, en lo alto, un balcón muestra el tapiz pletórico de cielo, río, montañas, casas, palacios y jardines que la ciudad con los años, como una anciana silenciosa, ha ido tejiendo.
En esta ciudad, en sus paseos, entre los árboles, parece oírse la música lujuriosa de los vientres de azahar que bailaban fundiéndose con el ritmo sibilino del agua. Agua que se asoma, traviesa, por todas partes, en el río, en las fuentes y en los estanques de sensuales peces. Estanques que adornan su viejo mercado, donde el tiempo se descorre por la arena que cae de los arcos.
En esta ciudad, en su cielo, cuentan que un poeta se arrullaba con la luna por las noches y los dos se cambiaban miradas transparentes que él posaba en las esquinas de sus versos. Pero ella un día tuvo que llorar rojo y pólvora, y las lágrimas caían tristes sobre el muro eterno de sus letras.

En esta ciudad, por sus avenidas, camino yo también ahora...
Y yo también miro al cielo y me asomo a la ciudad por la noche y creo ver en las suaves estrellas, en la serena historia de piedra, en las murallas, en los alcázares y en las callejuelas, en las aristas de la lacería, el paseo silencioso de las gentes y la memoria...
(De mi viaje por tierras granadinas durante estas pasadas navidades)
Fotos mías

15 comentarios:

Pedro Estudillo dijo...

Bellos retratos de un ciudad magnífica y legendaria.

Escuela de Letras Libres dijo...

Esa ciudad es afortunada. Con visitantes como tú, si yo fuera ciudad, me sentiría igual de afortunado.

Antoñín

genialsiempre dijo...

Incomparable Granada. Todo lo que cuentas es cierto.

José María

Noelplebeyo dijo...

Alcanzas mi fibra sensible..dos años viví en Granada, no hay año que vaya sólo o con mis alumnos...yo pertenezco a esa ciudad... Gracias por acercarme a ella

Mar dijo...

Gracias por este paseo, tenia ganas de conocer Granada, pero ahora es un propósito para este año.

Besitossssss

Carmen dijo...

Que buenos recuerdos tengo de esta ciudad, gracias por revivirlos. Un Saludo.

Kim Basinguer dijo...

Tengo muchas ganas de visitar la ciudad.

Santi dijo...

Granada. Qué bonito, ehhh. Gracias por llevarnos :) :) "Tu me abandonarás, por primavera, cuando sangre la dicha en los granados y mi corazón salpique y juegue".

Besos del sur con el corazón en el norte

celebrador dijo...

De Granada recuerdo, sobre todo, la aproximación a la ciudad condiciendo justo cuando el sol salía tras ella

Bestial

gamar dijo...

La verdad es que me transportaste a esa ciudad que no conozco.
Te felicito por el relato
Un abrazo desde muy lejos

Inma dijo...

Pase años yendo a Granada por lo menos una vez al año, luego pasaron como cinco o más años sin ir. En Julio del verano pasado me he reencontrado con la ciudad más bonita de España (para mi) Y ya hago planes para regresar (si la vida me lo permite)
¡Me encanta! Nada de lo que conozco es comparable a Ganada.
Un abrazo

Equilibrista dijo...

Me alegro que os haya traído buenos recuerdos. Bienvenidos los nuevos visitantes!

Miguel Díaz dijo...

Granada es el beso efímero al amor platónico en un sueño. Me encanta, me siento raro cuando no puedo visitarla, y me temo que este año no podré, no hay presupuesto. Por cierto, hablo este año en la universidad, una ponencia sobre la poesía en los periódicos absolutistas de la época de las cortes, ya te avisaré a ver si puedes ir. Siempre tu amigo, Myky.

Equilibrista dijo...

Aguardo con ansias tu aviso. Si puedo, no me lo pierdo, amigo. Un abrazo

Cuenticiente dijo...

"Dale limosna mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada"

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