jueves, 3 de noviembre de 2011

1 de Noviembre: La Fiesta de Tosantos

Artículo publicado en "La Revista de Chiclana de la Frontera" junto a esta receta de huesos de santo.

Tosantos en "La Plaza" de Cádiz
Otoño. Cuando se acerca el 1 de noviembre, se matiza el impulsivo color de nuestro cielo, la luz se achanta y se aletarga el sol con los primeros fríos. Los árboles empiezan a desnudarse y las hojas secas bailan con la ventisca. Es el tiempo de la recogida de los frutos secos, de las lluvias, de sacar del armario la ropa de abrigo y los chaquetones. Tosantos ha marcado secularmente el inicio del frío y el mal tiempo, especialmente en un entorno como el nuestro donde el final del verano se estira más que en otros lugares. Era una fecha mucho más señalada en el calendario de lo que lo es hoy, en que pasa un tanto inadvertida entre otras más comerciales.

El Panteón de Agripa, Roma
Raíces. Recuerdo que de pequeño me preguntaba, en mi inocencia, a santo de qué dedicarle un día… a eso mismo, a todos los santos. ¡Como si no hubiera más fechas en todo el calendario! Parece que fuera el cajón de sastre para todos los de la segunda fila, los que no tienen otro sitio. Hoy la curiosidad de los niños se dirige más hacia el Halloween, lo cual provoca cierta preocupación en los más mayores, ya sea porque se trata de una costumbre extraña a nuestra idiosincrasia o por sus soterrados ánimos comerciales en el contexto de la invasión cultural anglosajona-americana en los medios. En este marco, sorprenderá a algunos descubrir que nuestros Tosantos tuvieron un origen pagano, que nos retrotrae a la antigua Roma, al templo conocido como Panteón. Erigido por el general Agripa en tiempos del imperio, en él se rendían culto a todos los dioses. La cristianización llevó a que los cultos paganos se reemplazaran por otros cristianos y así ocurrió que el Panteón fue consagrado a la Santísima Virgen y a todos los mártires, por obra del papa Bonifacio IV en el año 609 (ya con el antiguo imperio en manos de los pueblos bárbaros pero bajo la unidad del cristianismo). El templo acogió los huesos de los cristianos mártires en el tiempo de las
Representación humorística, Mercado Cádiz
persecuciones. La fiesta de los mártires, los cuales son considerados santos por la iglesia primitiva, se emplazó en el 13 de mayo. Más tarde será Gregorio III quien transfiere al 1 de noviembre la que se convertirá en festividad de Todos los Santos. Y lo hizo con la intención de acabar con el Samhain, fiesta pagana de los pueblos celtas que se celebraba el 31 de octubre.

Iconografía Samhain
Ramas. Merece la pena detenerse brevemente en este punto. Según la celebración celta los difuntos salen esa noche a pasear entre los vivos. Esto es el origen de Halloween, aunque entre ambas medien una serie de transformaciones por influencias medievales y modernas que acentuarán sus diferencias. La palabra “Halloween” se origina por la influencia cristiana y es una contracción de All Hallows’ Eve: Noche de Todos los Santos. Por otro lado, el Samhain, que era el fin de año en su calendario, tenía connotaciones naturales y del cambio de estación. Los romanos celebraban también en esta época las fiestas de Pomona, diosa de los árboles frutales, en torno a las cosechas. ¿No nos recuerda esto a nuestra fiesta del mercado en torno a los frutos del tiempo?

Huesos de santo de múltiples variedades
Frutos. Aquellos huesos, de santo, de los que hablaba arriba, debieron servir de inspiración al ingenio de algún cocinero anónimo que inventó la receta que tanta fortuna haría. Los huesos de santo, los dulces, se preparan con pasta de almendra y dulce de yema (aunque actualmente existen otras variedades) y pueblan los escaparates de las pastelerías cuando se acerca Tosantos. Hoy son accesibles para la mayoría de los bolsillos, pero tiempo atrás eran un lujo que no todos podían permitirse y que provocaba que se iluminaran los ojos de los niños menos pudientes que se relamían detrás del cristal. Debieron surgir como una forma de dar salida a las almendras y su origen podría estar en Madrid. En el Arte de cocina, pastelería, vizcochería (sic) y
Huesos tradicionales
conservería de 1611, su autor, Francisco Martínez Montiño, cocinero real de Felipe II, III y IV, menciona “unos dulces hechos para conmemorar a todos los Santos y a todos los muertos, en los primeros días de noviembre”. Sin embargo hay expertos que aseguran que son más antiguos y que un monje benedictino habría instaurado esta tradición para hacer olvidar el ya citado Samhain.

Puestos Tosantos, Mercado Puerto Sª Mª
Hojas. Las costumbres se renuevan, evolucionan y a veces desaparecen como respondiendo a un ciclo inevitable. Hemos visto el origen de Tosantos pero ¿cómo era la tradición de esta fiesta en Chiclana? En el siglo pasado (hasta no hace tanto tiempo), Tosantos era el día de estreno de la ropa de invierno, los abrigos y la manga larga, costumbre que por cierto se cumplía con escrupulosidad. Como nos dice Dionisio Montero, “todos habíamos de salir en ropa de invierno hiciera frío o no” (en Chiclana en el Recuerdo). Había que vestirse lo más elegante posible para ir a la Plaza donde se celebraba la Fiesta del Mercado. Los puestos se decoraban con hojas de palmera y farolillos, y se llenaban profusamente de las frutas y frutos del tiempo. En el exterior se disponía una velada y por la tarde y noche de los días 1 y 2, aparecían puestos con artículos que en aquel tiempo sólo se podían obtener en esos días y a los que se les llamaba “tosantos”: peras, manzanas, granadas, nueces y castañas; y otros puestos ambulantes de castañas asadas, boniatos o arropía, una golosina muy apreciada por los niños, que el tendero anunciaba a grito de “¡Arropía larga y retorcía!” por la forma que el caramelo tomaba. La actuación de la banda de música completaba esta animada y concurrida celebración, en una época en que salir a la calle y festejar era algo que se daba en ocasiones muy contadas del año. Una tradición procedente de la capital gaditana y recuperada aquí recientemente es la de hacer en los puestos de la Plaza representaciones humorísticas en las que se disfraza a cerdos, gallinas o sardinas, a veces satirizando situaciones y personajes de la vida pública.
Pingüinos en Cádiz
Y semillas. Todo pasa y todo queda. Igual que las hojas acaban cayendo en otoño, las personas vienen y se van. A las que se fueron dedicamos tradicionalmente el día siguiente a Tosantos, el de los Difuntos. Los que se van dejaron plantadas semillas en la tierra, esperando que los que vengan no olviden las raíces. Igual que las gentes, unas tradiciones se mantienen en el recuerdo, y en el uso, pero otras se pierden y aparecen algunas nuevas. Nuestros Tosantos son una fiesta fruto de una evolución a lo largo del tiempo pero late en ella un sustrato cultural ancestral y común a otros pueblos de Europa. Tradicional hito del inicio de los fríos, de la época de recogimiento, lo que sea de esta fiesta dependerá de los que ahora estamos aquí y los que tengan que venir.

Los frutos secos típicos del otoño

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