Chisteratura

Hace tiempo que tenía escrita esta entrada, pero no encontraba el momento adecuado para colgarla. Tres cosas me han hecho ver que hoy era el día. Una: haber tenido en el Colectivo Letras Libres al poeta y cantautor Fernando Lobo, y descubrir su forma de mezclar humor y poesía, de hablar de emociones profundas sin caer en la seriedad académica ni en el sufrimiento sensiblero. Lobo habla con naturalidad gaditana, está en el extremo opuesto a la pompa y el boato, y no se corta por soltar un cojone o un quilla cuando la ocasión lo merece. Sus versos y sus canciones tienen una carga de profundidad poética que el no engola, sino que envuelve en sencillez y buen rollo. En la cervecita posterior ha salido el tema de los chistes y Lobo me ha dicho que el chiste es igual que la poesía, que emplea los mismos recursos: juegos de palabras, metáforas... Tiene mucha razón.

La segunda cosa que me ha hecho volver a este post, es que lo decoré con viñetas, en las que se hace humor sobre los libros, la lectura y la feria del libro. Precisamente en Cádiz, se está celebrando la feria del libro que este año está dedicada al mundo del cómic. Además, el gran maestro Forges estará, junto con otros grandes como el gaditano Mel, el viernes en una mesa redonda. De Forges es la viñeta que veis abajo. La puse antes de saber nada de esto de la feria, así que me he dicho: estas coincidencias no puedo dejarlas escapar. Y la tercera cosa es que está soplando el levante, y es natural que se alboroten las menntes y la locura se dispare. Creo que ya habréis adivinado que esta entrada va sobre chistes y literatura.

Una profe de literatura nos dijo en clase que la vida se parece a los relatos. En la vida cotidiana y diaria siempre estamos contando, lo hacemos cada día con las personas que nos encontramos o que conocemos. Contamos qué vamos a hacer hoy, a qué nos dedicamos, qué nos gusta. No damos toda la información de golpe, sino que soltamos ciertas pequeñas dosis, dejamos ver sólo el pico del iceberg. Igual ocurre en los relatos (ella hablaba del relato actual, contemporáneo), no se cuenta todo del personaje, todo lo que hace desde que se levanta, todo lo que huele, toca, mira, todo lo que piensa, imagina, olvida...

De forma parecida, los chistes se parecen a los relatos. De hecho podrían definirse como microrrelatos cómicos o sarcásticos con un final chisporroteante destinado a provocar la carcajada en los que escuchan atentos el chiste. Los personajes son estereotipos, sobra decirlo, a veces hirientes y retrógrados, pero otras veces ponen un necesario dedo en la llaga de realidades sociales que no siempre queremos ver, de problemáticas políticas que el poder nos oculta, de emociones humanas que el decoro contradice. Cuando el río suena... 

Y es que es muy bueno y beneficioso reírse. El humor alivia, sana, alimenta. Cuántas veces habremos reído, sonreído, carcajeado con esos amigos que cuentan anécdotas graciosas de su vida. Igualmente ellos no narran todo, sino van dando pinceladas. Cuántas veces habremos pensado que este amigo podría dedicarse a contarlo, a escribir un relato. Pero suelen ser seres más verbales, más extrovertidos, menos reflexivos. Son narradores de la vida, abanderados del sentido del humor. Hay verdaderos maestros del chascarrillo, de la batallita, del monólogo. Saben chistes buenos y malos, típicos y ocurrentes, ingeniosos y punzantes, entrañables y mordaces, demasiado vistos y refrescantes. Dicen que el humor es el arte más difícil y que tras su máscara superficial se ocultan las pulsiones más profundas e inconfesables del ser humano. Y ahora os pregunto: ¿cuáles son vuestros chistes favoritos? Podéis/podemos ponerlos a continuación para reírnos un mucho.